La compañía de tecnología cerró un centro de atención que empleaba a 500 trabajadores. Dicen que es por los altos costos y la escasa demanda. En tanto, en la brasileña se dictó la conciliación obligatoria tras el anuncio de paro
En las últimas semanas, dos compañías de capital extranjero decidieron tomar medidas sobre el personal de consecuencias significativas. Mientras que en la brasileña Gol el conflicto por la cesantía de 18 trabajadores dejó al sector aeronáutico al borde de un paro nacional, en el Grupo Bosch se despidió a 500 empleados de un centro de atención al cliente debido a la caída del negocio.
En el caso de la compañía aérea, ayer el Ministerio de Trabajo dejó sin efecto los despidos al dictar la conciliación obligatoria por 15 días. La decisión de la autoridad laboral se produjo luego de que la Asociación de Personal Aeronáutico(APA) anunciara una huelga a las 18, ante la negativa de la empresa a dar marcha atrás su decisión de no reincorporar el personal.
El sindicato y la brasileña mantuvieron audiencias en el ministerio para encontrar un cauce al conflicto. Sin embargo, las negociaciones fracasaron ante la promesa de un encuentro en la dependencia estatal, cuando una cita a las 17 finalmente no se concretó.
Ante la parálisis, el gremio reaccionó e instaló un campamento de trabajadores frente a los mostradores de check-in en el aeropuerto de Ezeiza, provocando demoras en vuelos de casi todas las aerolíneas. El paro, que se inició durante la mañana en la empresa Gol, amenazaba con extenderse a todos los transbordos domésticos e internacionales de todas las terminales aeronáuticas del país.
APA, finalmente, cumplió con su objetivo de conseguir la conciliación obligatoria. Sobre las causas que desencadenaron el conflicto, Edgardo Llano, secretario general del sindicato, aseguró que entre los empleados despidos "había mujeres embarazadas y delegados".
El caso Bosch
Por su parte, la firma alemana Bosch cerró a fines de marzo uno de sus centros de atención telefónica que funcionaba en Buenos Aires, dejando en la calle a 500 trabajadores. Desde la Casa Matriz de la empresa, le ordenaron a la filial argentina la aplicación de retiros voluntarios y el cierre de esa unidad de negocio ubicada en el piso 6 de Lavalle 570, de la Capital Federal.
La empresa calificó la medida de "suspensión". "La empresa suspendió sus actividades del Centro de Comunicación de Buenos Aires a fines de marzo de 2013. Los puestos de trabajo fueron dejados sin efecto y los colaboradores percibieron lasindemnizaciones acordes a las normativas vigentes", señala el comunicado emitido por Bosch Argentina.
La compañía alemana indicó que el centro de atención "ofrecía servicios de atención y televenta a clientes de España y Estados Unidos. Debido a la escasa demanda externa, y a la suba de costos operativos, la división tuvo resultados negativos y no se espera que esta tendencia cambie en el futuro". Sin embargo, aseguró que continuará con su actividad en el país, "a través de la venta de productos y soluciones para el mercado de posventa automotriz, herramientas eléctricas, sistemas de seguridad, y tecnologías de accionamiento y control".
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